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2.04.2013

BECK CONTRA LOS CONEJOS DE DAVID LYNCH





Escuché una canción de REM y casi vomito. Me gusta REM, el problema es otro. Alguien publicó en Internet versiones idénticas de temas muy conocidos en una escala menor, reconvirtiéndolos antes a una escala mayor. La melodía cambia poco, pero algo serio se convierte en algo alegre y los efectos son perturbadores. En mi caso, se le agregaron náuseas y mareos. No pude seguir escuchando.

No es novedad que la música produce efectos físicos y químicos en el cerebro. Nos pasa a todos un poco y a quienes sufren de sinestesia les pasa demasiado. Ya en 1937 el neurólogo inglés Macdonald Critchley había notado que determinadas canciones –todas distintas, dependiendo del paciente– podían causar ataques de epilepsia. Aunque los casos de epilepsia musicogénica son raros, la reacción inicial, no tanto; hay bastante gente que describe síntomas similares a los míos. Todos ellos, dice Critchley, dejan de escuchar para prevenir el episodio epiléptico. No me voy a arriesgar a las convulsiones para comprobarlo.

Lo sorprendente en este caso es que mi rechazo físico parece tener una base cultural. ¿Me pasaría lo mismo si no conociera la canción original? Sospecho que no. Lo que me enferma parece ser la yuxtaposición forzada de una realidad angustiante conocida y un estado emocional “alegre”. Como si a alguien que llora le pusieran de fondo risas grabadas, como los conejos de David Lynch, como lo que pasa en la Argentina.

Poca gente lo sabe, pero en su juventud Frank Zappa compuso mucha música que nadie escuchó nunca. Empezó a componer a los 12 años, porque le gustaban los dibujitos y le salían bien. Como no conocía ningún músico, pensó que eso hacía todo el mundo: primero dibujar hasta que te guste cómo queda y después dárselo a un músico para que lo toque. Zappa no podía leer lo que escribía, pero dibujaba partituras lindísimas. Cuando, años después, escuchó sus partituras tocadas por un músico, casi se muere: 

“Fue el shock de mi vida”, cuenta Zappa. “No sonaba en absoluto como yo me había imaginado. No me quedó más remedio que empezar a ver cómo funcionaba un sistema que evidentemente no entendía.”
La historia de Zappa es disparatada, pero no tanto para quienes aprendimos a leer música ya siendo adultos y conservamos fresco el recuerdo de cuando esos símbolos nos resultaban incomprensibles. Hace poco me compré el nuevo disco de Beck, que no existe, y lo estoy disfrutando como si a Zappa le hubieran salido bien sus partituras infantiles. Se llama Song Reader y está compuesto únicamente por partituras de las veinte canciones que normalmente habríamos consumido en forma de disco.

No hay forma de saber cómo son las canciones sin sentarse a tocarlas, salvo que uno busque en Internet versiones tocadas por otros, pero eso sería hacer trampa; la gracia está en maniobrar la notación musical –un sistema de por sí limitado, y más si uno no sabe leer muy bien ni muy rápido– para acceder a la música de otro escuchándose a sí mismo. Este procedimiento, común en la música clásica y el único disponible hasta hace un siglo y medio, resulta revelador aplicado al pop de nuestra generación. Te cambia la vida, al menos por un rato y tal vez para siempre.

En la introducción a Song Reader, Beck recomienda: 
“No sientan que deben ser fieles a la partitura. Usen cualquier instrumento. Cambien los acordes o las melodías. Conserven sólo la letra si hace falta. Toquen solos o con sus amigos; rápido o lento, en el ritmo que prefieran”. 
No hay moraleja en Song Reader, pero sí la exigencia de entregarse a una progresión necesaria: la de aprender y estudiar para poder ser libres y entender a los demás.

Mis columnas del domingo suelen ocuparse de la situación cultural en la Argentina. No voy a arruinar la de hoy hablando de Luis D’Elía, que esta semana negó la existencia del castellano. Siguiendo el ejemplo de Beck, confío en que cada uno sabrá interpretarla de alguna manera interesante.




Arte: Free Vector
Diseño|Arte|Diagramación: Pachakamakin

3.17.2009

¿LA CAJA DE PANDORA ES INCONSCIENTE?





Realmente ocupo mi lugar en el espacio indefinido donde el señor de los sueños, teje, desteje, juega. Crea historias que condimenta con realidad y ficción. Y aún siendo director y actor en cada escenario, hace visible su estrategia a quien; intrépido, osado y valeroso, se apropia de lo que, dormido, cedió. ¿He dejado de ser sonámbula de las noches y los días? ¿Recorro y elijo escenarios?... o soy un extraña en mi propia creación. Debajo de mis párpados descubro el poder de ser y hacer. Reconozco mucho más que un par de ojos de vigilia. Lo sé en el momento que aparece la forma de mis formas y esta cambia junto conmigo. 
Entonces ahí me pregunto… ¿Será ese poder posible en lo onírico probable en la vigilia? ¿Será el espacio atemporal el confesionario del inconciente al conciente? …¿De qué o de quién depende? ¿De un dios, de mí, de un chip? ¿Existe el final acaso? ¿Quién decide hasta dónde llegar?... 
Estas preguntas llevan a Pandora a recorrer lo que pronuncia una y otra vez hasta encontrar qué intenta decir. O más bien, descifrar el mensaje que pronuncia de manera inconciente aún sin estar soñando. ¿Será solo una aventura para ella, un libro de cuentos que puede diagramar y colorear por tan solo el capricho de ocupar un lugar? ¿Dejará de ser cómplice del polvo que empaña el sentido que las palabras le muestran si las escucha? 
Se acerca la noche, Pandora, decide abrir su caja otra vez, sin embargo, cansada ya de repetir la misma historia se propone registrar antes, todo cuanto la rodea. 
Observa cada persona, cada situación y lugar que visitó durante ese día. Pone atención en todos los detalles. Está dispuesta a encontrar el sentido de aquello que atesora durante el día y la divierte en las noches. Sabe que hasta ahora, quizás, solo fue un extravagante juego de imágenes, formas y sonidos. Una película en la cual cada noche protagoniza un personaje favorito de su álbum infantil. Había llegado el momento de responder a preguntas que distrajo con historietas de un espacio al parecer reducido. La caja de Pandora. Ya no caben mas disfraces. Nada sacia su sed al reconocer que fuera de ella vive historias que dibuja en cada sueño con crayones y acuarelas, duendes, dragones, hadas, mariposas. Y todo forma parte de una obra inconsciente que llegó a contenerla aferrada a su destreza conocida y majestuosa en ese lugar. Aún sin saber del todo para qué. 
Sin vacilar, abrió la caja, bajó sus parpados, respiró profundamente y sumergiéndose en medio de la corriente que ella sabía navegar. Comenzó a dejar pasar lo que suele distraerla. Su destino esta vez era llegar al fondo de la caja, y comprobar si ese era el fin, el límite de su viaje. Pandora supo en ese instante que ningún otro sueño la había atraído tanto como éste. Y al mismo tiempo, la oscuridad en la cual se sumergía comenzaba a intrigarla. Era más que incierta la travesía. No había un lugar definido, ni tampoco la acompañaban personajes a los que ella estaba acostumbrada. Solo un pequeño lucero parecía atraerla en esa dirección. Ya no había vuelta atrás.
 Comenzó a recordar sus viajes anteriores, uno tras otro, como si se abrieran capítulos de un mismo libro, y cada uno formara una palabra, y cada palabra perteneciera a una misma frase. Pensó que lo mejor sería ordenarlas, unirlas y encontrar qué buscaban decirle. Sabía que podía hacerlo, entonces, se detuvo, y comenzó acaminar en círculos sobre el mismo lugar. 
Fue recogiendo una tras otras las palabras, conectándolas de distintas maneras, como un rompecabezas, hasta que al fin apareció. El Sentido De La Destreza Atemporal… de eso hablaban las palabras. Su mirada parecía abrirse a un horizonte mucho más lejano que el del comienzo. 
De repente frente a ella, se dibujó una puerta, su color dorado, encandilaba sus ojos como el oro brillando frente al sol. Estiró las manos para abrirla, notó que era diferente. En ella no había picaporte ni cerraduras. Solo resplandecía y parecía latir al ritmo de su corazón. Se pregunto si habría un secreto para cruzar. ¿Había llegado a algún lugar?
No podía concebir esto como el final de su viaje, tenía que existir mucho más, de hecho, existe. Y esa puerta tiene un significado mucho mas valedero que lo que parece a simple vista, al igual que los sueños de Pandora. Aturdida frente a tantos interrogantes, respiró hasta escuchar el silencio y decidió sentarse frente al portal y contemplarlo. 
Su intenso brillo contradecía la profunda oscuridad en la cual había penetrado. ¿Cómo es posible, se dijo, que detrás de tanta oscuridad exista algo tan luminoso? Al mismo tiempo recordó el lucero que la guiaba, tenía la misma intensidad, en ese instante comenzó a pronunciar con toda naturalidad la frase que había formado en el viaje: El Sentido De La Destreza Atemporal. 
La repitió tantas veces como su corazón lo necesitaba. Las palabras parecían brotar desde su pecho cada vez con mayor potencia y estas quedaban talladas sobre la puerta una tras otra, hasta que al fin, Pandora quedó en silencio y el valor de las mismas permitió que la puerta se abriera dejando ver el nuevo escenario. El asombro frente a tal inmensidad la desbordó, brotaron lagrimas de sus ojos, un aroma agradable la atraía hacia delante. No había un sendero marcado, sin embargo cada paso que daba diseñaba su rumbo. Comprendió que en ese espacio nada estaba definido, existía la posibilidad de crear sabiendo para qué. El sentido marcaba la dirección momento a momento y éste acompañaba su habilidad, su destreza. Todo había cambiado para ella, lo que conocía como una cofre con principio y final, se había transformado en un pasaporte hacia nuevos lugares. Ya no existían personajes azarosos. Ahora comprendo, se decía una y otra vez, ahora comprendo; aquí no hay afuera ni adentro, yo soy la caja de Pandora y al mismo tiempo soy Pandora, puedo deslumbrarme con historias de ficción, navegar a la deriva, penetrar la oscuridad, brillar, expandirme y crear. 
Esa soy yo, Pandora. La que escribe, la que habla, la que sueña, la dueña del espacio que mantuvo latente la ilusión de no ser responsable de mi propia creación. Aquí no es de noche ni de día, estoy con los ojos abiertos, veo cuanto me rodea y esto cobra la forma de cada paso que doy. Obras que transcienden la dichosa posibilidad de crear. Soñar con lucidez es saberme dueña de mis actos en las noches. Vivir con lucidez es reconocerme en cada momento dando forma a lo incierto. En ambos casos, la imaginación es el combustible del vehículo de mi mente. La intención el sentido de haber elegido hacia donde ir. Y el azar se transforma y florece en azahar con tan solo una letra que sepa ubicar en su justo lugar. Nada está separado y menos aún, nada tiene un final. Buenas noches, es de día, he dejado de dormir para soñar. Ahora vivo creando de los sueños mi propia realidad.





ENTREVISTA A MARIANA VERNIERI


El yoga del sueño habla de esto desde siempre. Lo mismo que los chamanes. 
Pero el concepto de Sueños Lúcidos tal como lo entendemos hoy, 
encarado desde el ángulo científico y sistemático surge en los años 80 
con los estudios de Stephen Laberge y la Fundación Lucidity Institute.


Mariana, ¿Qué significado tienen para vos los Sueños Lúcidos? 

Una oportunidad de encontrarme cara a cara con mi Inconsciente, entenderme por dentro, explorar el lado desconocido del mundo como para sacar mis propias conclusiones. Una oportunidad de vivir mis fantasías, de enfrentar mis temores, de crecer. 

¿Podrías describir tu experiencia en los Sueños ? 

Es simplemente saber que estamos soñando, ser conscientes de que estamos dentro del Sueño. Luego aparece el tema del control de sueños casi siempre asociado. 

¿Podemos hacer lo que querramos? ¿Cambiar cosas? ¿Cambiar de escenario? ¿Hacer aparecer personas o cosas? ¿Manejar las actitudes de los personajes oníricos? 

...Eso depende del nivel de manejo que hayamos desarrollado y de la confianza que tengamos sobre nuestro propio poder. Pero la lucidez no implica control. La lucidez es simplemente el reconocimiento de hallarnos dentro de un Sueño. 

En tu vida, ¿Cómo repercute esta experiencia? ¿Qué cambios experimentaste a partir de ellos? 

Los Sueños Lúcidos son una parte de mi vida de la que no podría prescindir. Las razones son muchas. Quizás la primera de ellas es tener un feedback con mi Inconsciente, lo que me ayuda a ser una persona realmente integrada. Digamos: el Inconsciente me habla a través de los Sueños ¿Cómo le contesto yo para hacer un verdadero diálogo? Mediante la lucidez. Sólo así puedo ir domando ese caballo salvaje que llevo dentro. Más allá de eso me parece una fuente de experimentación y autoconocimiento excepcional. Una herramienta necesaria. Siento que vivo en varios mundos, trato de tener conciencia y decisión en cada uno de ellos, incluso en este, en la vigilia, lo cual a mucha gente se le pasa y viven como autómatas, arrastrados hacia donde los lleva la corriente. La práctica para la lucidez te entrena a vivir lúcidamente en todo momento. A estar mejor parada y con mayores herramientas para la búsqueda fundamental de mi vida: Siento que cada día estoy más cerca de saber “a qué estamos jugando”. Mejoré en mi autoestima, el poder y autoconfianza que me aporta el dominio de mis sueños lo traslado a la vida real. Eso me ayuda a triunfar en mis objetivos, a la par de en mis sueños, en la vida real. Me ha ayudado psicológicamente a conocerme cada vez más y mejorar los aspectos de mí que no me gustaban. Me siento una persona más integrada: consciente e inconsciente caminan de la mano ahora, sin secretos. Hay varias personitas dentro de mí, y ahora puedo sentir que vamos todas para el mismo lado. 

¿Que podrías comentar de los riesgos de entrar en Sueños Lucidos? ¿Existen o forman parte de nuestras creencias? 

Me gustaría decir, como lo hacen casi todas las publicaciones que hablan sobre el tema, que la práctica frecuente de Sueños Lúcidos no tiene ninguna contraindicación o efecto adverso. Pero mi experiencia me indica que -si bien no se trata de nada demasiado grave- hay ciertos riesgos de los que hay que estar conscientes para su buen manejo: usar los sueños como un refugio. El espectacular abanico de posibilidades que se nos abre en los Sueños Lúcidos puede funcionar como una droga que nos haga dar menos importancia a las frustraciones de la vida real. “¿Que me importa fracasar aquí si en mis sueños soy tan exitoso como desee?” Algunas Personas, se me ocurre, pueden dormir largas siestas, o incluso desear que llegue la noche e ir a dormir temprano para entrar en este estado en el que tienen control de la situación, dejando de lado lo más importante: La vida real. Esto sólo puede ocurrirle a aquellos que tienen cierta predisposición a la locura. La vivencia de experiencias demasiado realistas pueden hacer que algunos confundan la realidad con la ficción. Esto desde ya no representa riesgo alguno para el común de la gente, ya que se trata de estados de conciencia muy distintos y fácilmente reconocibles por la mente sana.

¿Hablando de lo real y lo que no lo es, qué es aquello que, generalmente, atemoriza y cuestiona la experiencia que vive la persona en su Sueño? 

Es relativamente frecuente que en medio de nuestro Sueño Lúcido oigamos una voz, o nos encontremos con un personaje onírico que nos diga cosas como: “Aquí sólo llegan los elegidos y tu no has sido invitado. Más vale que si vuelves sepas para lo que haces, porque si sigues haciendo tonterías como volar o hacer desaparecer cositas, puede ser muy peligroso para tí. Es una advertencia!!” Personalmente he sido escarmentada por este tipo de mensajes más de una vez, sobre todo en WILDS. A pesar de todo aquí estoy, persistiendo. Porque creo que se trata simplemente de voces generadas por nuestro Inconsciente, que nos quiere poner a prueba, y guiarnos sobre qué deseamos hacer de nuestros Sueños Lúcidos. Con sueños de “escuela nocturna”, por ejemplo, jamás me ha sucedido algo así. 

Imagino que tarde o temprano todas estas situaciones serán vivenciadas por el navegante lúcido. Es fácil deducir que puede producirse un quiebre o modificación en nuestros actividades y vínculos con otras personas ¿Qué hacer entonces? 

Si tenemos nuestra atención enfocada en los Sueños Lúcidos podemos tener problemas con la gente que nos rodea, sobre todo en horas de la noche y de la mañana. Si alguien nos interrumpe mientras estamos intentando recordar un sueño, nos despierta en medio de un Sueño Lúcido o nos distrae cuando estamos penetrando en un WILD o un MILD podemos enojarnos mucho, sin que en realidad la persona haya hecho nada malo. Sin ir tan lejos podemos no prestarles atención mientras nos hablan por no “perder” el recuerdo de nuestro último sueño. Puede aburrirles el tema o desconfiar de él, si queremos contarles nuestras experiencias, mientras que si no lo hacemos sentimos que están alejados de una importante faceta de nuestras vidas. Además, al profundizar en estas prácticas los sueños se hacen más vívidos. Por eso podemos hablar por las noches, emitir sonidos, despertarnos sobresaltados, lo cual puede molestar a nuestro compañero de cama. Por lo tanto, si uno va a abocarse a esto, es importante poner las cosas en su lugar: en primer término la familia. 

¿Qué hay de la frecuencia en la ejercitación? 

La mente necesita descansar, y los sueños REM normales cumplen una función muy importante en este descanso. Si dedicamos todos nuestros sueños a explorar las fronteras de la conciencia, podemos sentirnos muy cansados y hacernos daño a largo plazo. Por tal motivo recomiendo no tener Sueños Lúcidos todos los días, o si lo hacemos, tener Sueños Lúcidos tranquilos y amenos que requieran poca concentración, y dejar los “ejercicios difíciles” para una o dos veces por semana. 

¿Qué motivos más recurrentes son los que asustan a las personas comúnmente? 

Por motivos... de los más variados. El miedo a lo desconocido está por sobre todos ellos. La persona está haciendo algo que nunca hizo: mantener la conciencia a medida que se queda dormido. Esto resulta emocionante, y el corazón puede ponerse a latir rápido cuando empieza a suceder, y esto impide que logremos conciliar el sueño. Por otro lado, al extender nuestro período de conciencia podríamos observar en nuestro cuerpo sensaciones que naturalmente desconocemos, por suceder siempre cuando ya estamos dormidos: movimientos oculares rápidos, zumbidos, temblores, sensación de liviandad, parálisis, voces hipnagógicas fuertes, presencias que pueden parecer reales… Si la persona no está preparada para esto, o si le tiene miedo, cuando llega a ese punto sólo quiere salir, y tampoco logra su WILD. Hay mucho “misterio” en torno a todo esto. Hay leyendas urbanas que dictan que ese umbral es peligroso, que pueden haber espíritus malvados, etc. También en algunos pesa la fantasía de que el WILD es una experiencia sobrenatural en la cual abandonamos nuestro cuerpo para salir a otras dimensiones, y si “se rompe el hilo de plata” nos podemos morir. No deseo interferir en las creencias de cada cual, pero desde la humilde perspectiva de una onironauta con cierta experiencia, que se suma a todo lo que he leído sobre el tema, me atrevo a decirles que no hay que temer el WILD, no es sino un Sueño Lúcido, no hay fantasmas, no hay peligros. Es nada más y nada menos que un Sueño Lúcido, a veces muy vívido y duradero, al que podemos llegar directamente desde la vigilia. El miedo es un enemigo, que nos detiene de lograr el objetivo. Si alguien se está relajando para entrar a un WILD, pero a su vez está “protegiéndose” sobre lo que pueda pasar, su mente está tironeada entre un “quiero” y un “no quiero” a nivel más o menos consciente, según el caso. Así no se llega a ningún lado, y ni siquiera es algo agradable. Abandonar realmente el miedo es un paso esencial para lograr el objetivo. Si no es posible esto para alguien, tal vez lo más recomendable sería que no lo intente hasta más adelante, hasta que haya superado su temor. Pero ánimo!! El WILD es algo hermoso, estimulante e inofensivo. No hay fundamento alguno para temerle. Una vez allí podemos tener un gran control de nuestra experiencia, como en un sueño lúcido, muy lúcido, y hacer lo que se nos venga en gana. 

¿Es el sueño lúcido la antesala del llamado Viaje Astral? 

Personalmente, aunque es un tema de gran debate entre los miembros, hoy por hoy yo me inclino a definir al Viaje Astral como un tipo de WILD. Se diferencia de los otros básicamente en la manera de entrar. Los dos tipos de WILD que podemos distinguir están relacionados con lo que hagamos con las IH (Imágenes Hipnagógicas), es decir, con esas ensoñaciones y “voces” que vamos percibiendo en el estado previo a dormirnos. Esos dos tipos de WILD son: 

WILD tipo 1: Se llega concentrandose en las IH. Cuando estas aparecen tratamos de intensificarlas, de verlas, tocarlas, sentirlas, hasta que se conviertan en un sueño. Este tipo de WILD acelera la fase REM, por lo cual tardamos menos en entrar al sueño. (20 a 40 minutos) En general por este mismo motivo no se siente parálisis del sueño ni zumbido en él. Aparecemos donde las IH nos guíen, en general en un lugar distinto de nuestro propio cuarto. 

WILD tipo 2: Se llega dejando pasar las IH. Cuando estas aparecen, a diferencia del WILD tipo 1, tratamos de ignorarlas, de no darles importancia, de dejarlas fluir como una película a la que no le prestamos atención. Este tipo de WILD no acelera la fase REM, por lo cual tardamos más en entrar al sueño (50 a 60 minutos) y es el tipo de WILD que puede presentar parálisis del sueño, zumbidos, y otros fenómenos relacionados. Aparecemos en general en nuestro propio cuarto, y es un fenómeno que a muchos les gusta llamar “Viaje Astral”. El latido rápido del corazón es una prueba de que estás asustado, expectante, y eso justamente debe ser el motivo por el que no terminas de entrar, aún llegando tan cerca. ¡Y no sos el único al que le pasa esto! Según pude ver, aproximadamente el 70% de los intentos de WILD que fracasan, aunque parezca mentira, son a causa de que la persona “se asusta” y esto no le permite entrar tranquilamente al sueño. 

¿A qué le llamás umbral? 

Las sensaciones que podemos tener, algunas veces podrían llegar a ser algo molestas, pero para nada aterrorizantes. El zumbido, por ejemplo, es una vibración que se siente en todo el cuerpo, acompañada por un ruido como el de la turbina de un avión. No es algo feo, si uno no le teme, y pasa a los pocos segundos dejándonos de lleno dentro de nuestro WILD. Lo mismo la parálisis: puede ser molesta la sensación de no poder movernos, pero ¿Para qué movernos, si es sólo cuestión de aguantar un ratito? Luego ya estaremos en el sueño, y absolutamente libres! No pasa nada si no nos movemos por unos instantes, no hay de qué angustiarse, al contrario, hay que vivir la parálisis como la antesala de lo que está por venir, y recibirla con alegría, porque significa que estamos a punto de lograrlo! Respecto a las voces, a las presencias, etc., es sólo cuestión tener bien en claro que no son reales: son hipnagógicas, parte de el sueño. “Esto es un sueño” debemos decirnos para no asustarnos, igual que en un DILD donde nos amenaza una ola gigante, o un muerto vivo; si ya sabemos que es un sueño, el temor se reduce a nada, verdad? Esto es exactamente lo mismo. Es un sueño, digámonos, que es lo mismo que decir, ¡Que bien, ya estoy dentro del sueño, son las primeras señales de mi WILD! En definitiva, te recomiendo vivir el WILD como algo natural y positivo, quitándole todo halo de misterio u oscurantismo. Tranquilo y auténticamente relajado, intentalo como de costumbre, y que tengas mucho éxito en tu meta! 

¿Cómo distinguimos si estamos en un Sueño Lúcido o en la realidad? ¿Existen técnicas especificas ?

Claro, los chequeos de realidad. Suelo ser buena identificando estados de conciencia, el único tema es llegar a preguntármelo, la respuesta me surge sola, de la observación de mi entorno. De todos modos, si llego tener alguna duda, taparme la nariz e intentar respirar con ella tapada, o bien atravesarme la palma de una mano con un dedo de la otra, son pruebas muy efectivas. 

¿En alguna ocasión en un Sueño Lúcido has “interactuado” con la materia? ¿Es decir, cambiar cosas de sitio, romper vasos, llevarte a esta “realidad” algún objeto del “otro lado”, etc.? 

Lo intenté decenas de veces. Llevarme un objeto de los sueños a la vigilia, cambiar alguna cosa de lugar, romperla, o hasta escribir en la pared. Pero no ha dado resultado. El mundo físico no es el mismo que vemos en nuestros sueños, o al menos no podemos influir desde él desde nuestra forma inmaterial. Ya lo he comprobado de sobra. No obstante, de vez en cuando lo sigo intentando. 

¿Existen períodos de ausencia de los Sueños Lúcidos, o períodos en los que abundan? 

Hay etapas, cuando una realmente desea provocarlos y hace los ejercicios, en las que pueden venir 3 a 4 veces por semana, o incluso más. Cuando uno ya se acostumbró a tenerlos, aunque no haga nada especial, vienen espontáneamente una vez por semana o por lo menos cada dos semanas. 

¿Utilizas técnicas para conseguir tener la experiencia del Sueño Lúcido? ¿Cuáles? ¿Qué sugerencia darías a aquellas personas que pretendan tener esta experiencia? 

A todo aquel que desee tener Sueños Lúcidos le recomendaría formar parte del portal www.suenoslucidos.com.ar, allí tenemos un montón de técnicas, pero te digo un resumen básico de las elementales para lograrlos: 

1. Llevar un diario de sueños detallado, en los que además de anotar los sueños, en los casos en que no haya habido lucidez afirmemos: “Debería haberme dado cuenta de que era un sueño porque...” ycompletarlo según el caso. 
2. Tener un propósito para nuestro próximo Sueño Lúcido. Una idea clara de qué deseamos hacer con él que recordemos con facilidad. La idea es recordarlo desde dentro del Sueño. 
3. Luego de anotar, quedarnos un rato recostados o descansando y visualizarnos en el mismo sueño pero dándonos cuenta de que era un sueño, tomando el control y cumpliendo con el objetivo. 
4. Durante el día, hacer chequeos de realidad constantes (Es decir, preguntarnos, a cada momento ¿Estoy soñando?) 
5. Antes de dormir, releer el diario de los sueños de esa mañana, y luego escribir: “Esta noche voy a tener un Sueño Lúcido y voy acumplir con mi objetivo del Sueño” (y más afirmaciones por el estilo). Algunas noches, incluso, dibujar un esquema del sueño, y dibujarse a sí mismo cumpliendo el objetivo. 
6. Poner el dibujo o algún objeto o imagen que nos recuerde al objetivo en nuestra mesita de luz. Mirarlo antes de dormir, al despertar, y cada vez que pasamos por allí. 
7. Irnos a dormir practicando un WILD o al menos pensando en el objetivo y visualizándonos lográndolo. 
8. Despertarnos 3 hs. antes de lo habitual, como para recordar el sueño que hayamos tenido hasta entonces, anotarlo, hacer unas cuentas que despierten el hemisferio izquierdo del cerebro (divisiones, por ej) y volver a dormir. 
9. Tratar de entrar con lucidez a ese sueño (visualizándonos en el sueño mismo que veníamos teniendo e intentando volver a él) 
10. Si contamos con alguno de estos medicamentos y alimentos, pueden ser de ayuda. Medicamentos: DMAE, 5-HTP, Melatonina, Gingko Biloba, Galantamine HBr (Lycoris radiata), Vitamina B5. Alimentos: Té, té verde, mate, jenjibre, chocolate, huevos, leche caliente, jugo de manzana) La manera ideal de consumir estos suplementos es en dosis pequeñas, a la noche justo antes de ir a dormir, o en el momento a la mañana en que nos levantamos para anotar y luego volver a la cama -ADN consultó a Mariana Vernieri para que diera mayores precisiones sobre la utilización de los medicamentos antes mencionados, sin embargo, no obtuvo respuesta; dado lo valioso de la Entrevista, se decidió mantener con exactitud lo transmitido por MV, no obstante lo cual sugerimos a los lectores informarse correctamente antes de seguir esta técnica. 
11. Tratar de “encadenar los sueños” es decir, procurar no abrir los ojos ni bien levantarnos, sino mantenerlos cerrados y volver al sueño, pero con lucidez. 

Por último me atrevo a preguntarte….¿qué es para vos la realidad? 

¿Conoces los libros de Elige tu propia aventura? Aquellos de... “Si decides quedarte donde estás, pasa a la página 76. Si decides abandonar la plataforma, pasa a la página 39". Pienso que la vida puede ser algo así. Todas las posibilidades están, nosotros decidimos entre ellas, y nos vamos moviendo en lo que parece ser una línea de tiempo única, aunque en realidad en el universo, como en el libro, están incluidas las demás opciones que no percibimos. Las decisiones que nos hacen ver un camino en vez de otro, son permanentes, en lo grande y en lo chico, en los hechos y en los pensamientos. Por eso es que una actitud auténticamente optimista puede llevarnos a un camino más exitoso. Hay infinitos puertas disponibles y el Universo late despierto en todo momento al igual que nuestra mente. Escucha y otorga a quien se sabe responsable de su propia creación.





EL ESPACIO DE MARIANA

Algunas de las experiencias de Mariana Vernieri en los Sueños.


Mi primer sueño controlado.
A los 8, ya varias veces había tenido “Sueños Lúcidos” pero no sabía qué hacer en ellos, nunca había tomado el control. Simplemente sabía que era un sueño, pero seguía soñando como espectadora. A esa edad, mi papá me contó de un libro de Castaneda, y que decía que al tomar lucidez, te mires las manos, y así controlarás tu sueño. En la primera ocasión que tuve, lo hice, y al mirar mis manos sentí como que me metía en ellas y empecé a volar!! Fue mi primera experiencia también en vuelo lúcido.
La Biblioteca del Congreso.
Una vez, a los 14 años, soñé que estaba estudiando en un lugar que no conocía con muchos compañeros, que no eran amigos míos ni amigos entre sí, hacíamos la cola para pedir unos libros. Me pareció un sueño algo absurdo. Meses más tarde, una maestra armó un grupo con esos chicos, y fuimos a estudiar a la Biblioteca del Congreso, porque a la que íbamos siempre “no había el material que necesitábamos.” Desde que llegué, el lugar me pareció muy conocido, aunque nunca había estado ahí. Haciendo la cola para retirar los libros me acordé del sueño. ¡Eran los mismos chicos que yo había soñado!
Los falsos despertares.
A los 16, tuve una etapa de muchos falsos despertares que desembocaban en lucidez. Escribí sobre el tema por primera vez en esa época. “Sueños Conscientes” les llamaba. Fui aprendiendo a volar, al principio sólo podía hacerlo muy bajo. También hice muchas pruebas de “poderes” como hacer aparecer/desaparecer objetos, moverlos con la mente, o transformar una persona en otra. El primer WILD. Fue en Alemania, en un hotel. Tenía 16 años. Me dormí relajándome boca arriba, tratando de “poner la mente en blanco”. Tuve una experiencia muy larga e interesante, de viajar en el tiempo y el espacio. Pareció una historia super larga, pero al despertar, vi el reloj, y sólo habían pasado unos minutos!! Algunos sueños románticos/eróticos también fueron muy importantes en esta historia. Aquellos que no fueron lúcidos me hicieron sentir mucha tristeza al despertar, en la época de mis grandes enamoramientos platónicos.
Las amenazas
Esto habrá pasado cuando tenía 18, y me mantuvo alejada de los Sueños Lúcidos como por dos años, luego de encontrarme en un par de WILDs con “personas” que me amenazaban; que me decían cosas así como “Aquí no viene cualquiera... sólo viene el que tiene una misión... si vuelves por estos lugares sin saber para qué, te lo advierto.. Morirás!!” Eran voces fuertes y aterradoras, que parecían más escuchadas que soñadas.
Experimentando con lo paranormal.
Luego decidí, que podía volver a experimentar con Sueños Lúcidos si sabía que hacer con ellos, en vez de dedicarme a cosas lúdicas como hacer volar objetos, y esas cosas. Así que me dediqué a experimentar con lo paranormal, tratando de influir en el mundo real desde el sueño, hice mil quinientas pruebas, sin demasiados resultados.
Hacia un mayor dominio.
Tuve una época por el 2002, donde lograba Sueños Lúcidos casi todos los días. Fue cuando creé MV’s Place. Estaba utilizando la técnica MILD, me despertaba temprano todas las mañanas. Respetaba a full mi diario de sueños. Experimenté cosas muy interesantes, como desdoblarme, hablar con mi Inconsciente, llamarme por teléfono, además de muchos intentos de ir a la luna. Respecto a Dreamytopia -la otra página web de Mariana: www.dreamytopia.com.ar-, el sueño que dio origen a Dreamytopia, fue hermoso, fue algo grande para mí. 

Diagramación & DG: Andrés Gustavo Fernández