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2.16.2009

EL ANILLO MANASICO Y EL CONOCIMIENTO AKASHICO


Por Gustavo Fernández




Más allá de la rima del título (que en honor a la verdad juro no haberme propuesto), posiblemente muchos lectores alguna vez se habrán preguntado el porqué de la recurrente mención de la estrella Alción (o Alcione) en el material ovnilógico, especialmente en el de neto corte contactista. Además de vincularse a las afirmaciones de ser éste el punto de origen de alguna de las Inteligencias que nos visitan, he aquí una especulación que podría interesarles.

En su libro El día más joven, Paúl Otto Hesse (creo que con ningún parentesco con Herman Hesse) afirma que la estrella Alcione se encuentra rodeada por un anillo de tipo “saturnino”, de varios cientos de años luz de extensión y “manásico” (palabra vinculada a la expresión “manas” y que define en muchos pueblos, extrañamente de manera común, a una especie de “energía” vital inmanente a la Naturaleza —digresión, el “maná” hebreo, ¿Se referiría a algún tipo de “sustentación biológica energética” más que a alimento oral?formado por radiaciones de un tipo muy particular, efecto de la rotura, división o descomposición de los electrones, razón por la cual esa energía viaja por el espacio a una velocidad mucho mayor a la de los electrones normales, produciendo una excitación molecular y atómica que modifica la materia que encuentra en su camino.

A partir de una fecha imprecisa pero inmediata, según el autor, nuestro Sistema solar, en su deambular por el cosmos, ingresaría en el disco manásico de Alcione, lo que dispararía cambios trascendentales en la especie humana. Algunos de esos cambios estarían vinculados con el despertar de sentidos extrasensoriales y un conocimiento omnímodo de toda la Realidad.

Estas referencias carecerían de importancia más allá de lo bibliográfico si no fuera que es imposible dejar de pensar en las reiteradas referencias que en toda la Gran Pirámide de Keops encontramos con respecto a Alcione. Ya Piazza Smith había señalado que trazando una perpendicular al pasillo descendente (el mismo que apunta a la Estrella Polar) la misma señala a Alcione, en la constelación de Las Pléyades. ¿Por qué sus antiguos constructores la señalaron con tanta firmeza? ¿Conocían el “disco manásico”
?¿Y por qué estas referencias se encuentran vinculadas al número siete?

En reiteradas lecturas espirituales a través de todo el mundo (yo tuve la oportunidad de asistir a una de ellas en 1978) se viene afirmando que nuestro sistema solar orbita en la séptima órbita alrededor de Alcione. Otra vez el siete. El mismo número tan presente en la naturaleza, la humana y las demás.

Una vez más veo aquí las correspondencias de la parte del Todo con ese Todo, al obligarnos nuestro posicionamiento a vibrar tan extrañamente con ese número (¿es necesario recordarlo?: siete notas musicales, siete colores en el espectro, “involuntariamente” elegimos siete maravillas del mundo —y no seis, o doce— cada siete meses se renueva celularmente el organismo y así en número incalculable).

Y otra vez, también, Las Pléyades. Más allá de Billy Meier y otros contactados, el astrónomo José Comas Solá advirtió que las seis más visibles —siete con la propia Alcione— forman realmente un sistema físico: es decir, no se trata de una agrupación imaginaria de puntos luminosos sin otra relación que la fantasía visual entre sí, sino que obedecen a un centro gravitatorio, girando como hacen nuestros planetas alrededor del Sol. En realidad, Alcione sería ese centro. Y Hesse apunta que nuestro propio Sol, entonces, estaría en la séptima órbita, y aquí el número siete vuelve a adquirir significativa relevancia.

No vamos a discutir aquí la existencia del “anillo manásico”. O sí. Porque lo que queremos es presentar un esbozo de respuesta a una pregunta que suelen hacerse algunos estudiosos de estas disciplinas espirituales. Y tiene que ver con la rima del título.

Por “Registros Akhásicos”, entendemos un “plano”, “dimensión” o “esfera” —empleen el término que ustedes deseen— donde los conocimientos del Todo, del Tiempo y el Universo, del Ayer, el Hoy y el Mañana, están de alguna manera ya presentes, accesibles a quienes desarrollan las vías metafísicas de acceso a esa información, donde el Karma propio y ajeno, universal y mundano, queda inscripto. Una especie de Gran Banco de Datos Universal, una Universal Wide Web atemporal y espiritual.

Pero lo que proponemos con el sólo motivo de especulación intelectual, es suponer que Alcione no tiene un anillo manásico del cual carezcan otras estrellas, sino tan sólo es ése especial por circunstancias que serán motivo de otro artículo. Pero que es entonces posible suponer que cada estrella, también nuestro Sol, tienen su propio anillo manásico, el reservorio de información de las culturas, razas y existencias de su zona de influencia.

Así que lo que a continuación nos preguntaremos es si existe alguna evidencia de que el Sol, o nuestro sistema solar, tengan ese particular “plano vibratorio” al margen de los conocimientos de la ciencia ortodoxa. Y, para ello, apelo a la paciencia del lector: vamos a desempolvar algún material de mi amarillenta biblioteca de papel.

UN ARTICULO INJUSTAMENTE OLVIDADO

Este trabajo que reproduzco a continuación —y que sugiero leer con atención— nos revela no sólo pistas para abonar esta teoría; también, nos habla de un “complot del silencio” destinado a privarnos de información que, por los infinitos horizontes que abre al conocimiento, y pese a no haber sido desmentido nunca por investigaciones ulteriores hasta donde tenemos noticias, nos dice de cómo desde la misma ciencia se acalla las voces de sus propios miembros que pudieran atentar contra el “establishment” de lo establecido:



REVELACIONES DE CIENTIFICOS EUROPEOS

Nota del Centro Internacional de Psicobiofísica de Bérgamo (Italia), publicada originalmente en la Revista Centro Ricerche Biopsichiche de Padova, Mayo de 1966.

Se ha realizado en Campidoglio el anunciado congreso científico por la antigua y gloriosa Academia Teatina, que preside el Ingeniero Angelo De Luca, y que integran los más eminentes científicos europeos, tales como el premio Nobel Louis Brolie; el profesor M. Tedeschini; el profesor E. Medi, presidente del EURATOM; el profesor Polvani, ex presidente del Consejo Nacional de Investigaciones; el profesor Augel, de la Sorbona, director de investigaciones espaciales europeas; el profesor Courier, de la Academia de Ciencias de París; el profesor Pende; Frigoni; Bompiani; Cinquini; Ottaviani; Dúchense, de Lieja; Yoffe, de Cambridge; Siegmund, de Bonn; etc.

El congreso ha tratado y puesto en evidencia los trabajos de un “equipo” de científicos italianos que ha descubierto la identidad fluido-dinámica de la estructura de la energía radiante, de la materia y del espacio que la circunda, alcanzando a demostrar que la velocidad de la luz es relativa.

Entre los científicos ha sido mencionado Marco Tedeschini, profesor universitario de mecánica racional y electrónica, ex colaborador de Marconi y Levi-Civita, y conocido en todo el mundo por su famosa "Teoría de las apariencias”, de cuyos principios ha sido posible realizar muchas aplicaciones prácticas, ya sea en el campo de la física como en el de la neurología, el cual ha demostrado con una serie de pruebas sobre las transmisiones ópticas que el espacio se comporta como un fluido que tiene una densidad 100 cuatrillones de veces inferior a la del agua, cuyos vórtices forman los sistemas atómicos y astronómicos de la materia con sus campos de fuerza atractivas, y cuyas oscilaciones constituyen, según sus frecuencias, las diferentes calidades de energía ondulatoria.
De tales experimentos ha resultado también que La Tierra transporta consigo, en su movimiento de revolución anual, el propio ambiente circundante de espacio fluido, así como transporta consigo su cubierta atmosférica. Nuestro globo y la esfera planetaria de espacio fluido que lo circunda, son a su vez sumergidos en el vórtice solar, en una corriente fluida que tiene una velocidad de 60 kilómetros por segundo.

El campo rodante fluido solar y aquél planetario terrestre se mueven cada uno subdivididos, como una cebolla, en estratos esféricos concéntricos de espacio fluido que tiene espesor constante y velocidad de rotación inversamente proporcional a la raíz cuadrada de su radio.
De los experimentos citados ha sido posible advertir y medir, ya sea la corriente fluida que tiene una velocidad de 9.335 km/seg, y circula en torno a nuestro planeta en el sentido de su rotación diurna y que produce con su empuje centrípeto sobre los cuerpos en ella sumergidos, la aceleración de caída sobre nuestro globo; ya sea la corriente solar, que tiene una velocidad de 60 km/seg, que arrastra a La Tierra y a su esfera planetaria en su solidario movimiento de revoluciones y que provoca la gravedad que las tiene ligadas al Sol.
La importancia de la confirmación experimental de la existencia de un fluido universal y de sus movimientos de rotación y revolución astronómicas arriba citados, consiste en el hecho de que tales movimientos explican la desviación angular que sufren los rayos que les proviene de las estrellas, o sea la aberración descubierta por Bradley en 1727, y también el éxito del experimento Michelson efectuado en 1887, en perfecta armonía con la relatividad clásica de Galileo, a la cual es indispensable por consiguiente volver, abandonando todas las seudo-relatividades en contraste con la geometría euclídea, las cuales fueron toleradas por medio siglo solamente, porque no parecía posible conciliar de otra manera los dos fenómenos ópticos indicados.

También el profesor Renato De Luca, presidente del Comitato Italiano Richerche Matematiche, procediendo por otro camino, ha llegado a las mismas conclusiones. En efecto, descubrió un nuevo y más exacto binomio de dilatación térmica, que introducido en la ecuación de la termodinámica le rinde útiles resultados al cálculo preciso de los prolongamientos térmicos de los cuerpos, del calor específico, de los valores de la energía cinética de los gases, y de la temperatura de los astros. Pero lo que más importa es que la ecuación de Planck que expresa la energía en función de las temperaturas y que exige el repudio de la cinemática clásica, está sustituida por otra que responde en pleno a tal cinemática.
En fin, los profesores E. Borgognone y D. Mattiotto, han demostrado que también las perturbaciones electromagnéticas tienen velocidad relativa, como resulta de los experimentos cumplidos de estos dos físicos con electrones lanzados en tubos catódicos circundados de oportunos campos magnéticos.

Los trabajos mencionados son de excepcional valor científico en cuanto demuestran que: la aberración de la luz; los resultados de los experimentos de Michelson, Morley, Picard, Sthäel, Miller; el alejamiento de los rayos estelares pasados al costado del Sol; el alejamiento del perihelio de Mercurio; los Efectos Doppler, Fizeau, Kauffmann, Mossbauer; la energía liberada de las bombas atómicas; la variación de la energía por saltos en el pasaje de un electrón de un estrato a otro del campo atómico (nota del autor: el “spin”) la conciliación entre las leyes de la mecánica y del electromagnetismo son explicables con la cinemática clásica solamente, considerando la existencia del fluido universal hace poco hallado experimentalmente.
En el universo se verifica entonces solamente la relatividad de Galileo. Pero esta certeza es la de la existencia de un fluido universal, sustrato de cada materia y energía, como ha demostrado Tedeschini en sus obras La teoría de las apariencias, La Psicobiofísica, La llave del Universo, La unificación de la materia y de sus campos de fuerzas, Experimentos decisivos por la física moderna (publicadas por el Centro de Psicobiofísica de Bérgamo, vía Fra Damiano), nos permite volver a las claras y seguras fuentes de la cinemática clásica, de resolver toda la antítesis de la física teorética y de alcanzar con la fluidodinámica aquella ciencia cósmica unitaria que desde siglos está en la aspiración humana, y que comprende no sólo los fenómenos físicos, sino también los biológicos y psíquicos, trinidad de realidad que se manifiesta en el Universo.

En consecuencia, de lo que antecede, el congreso que se desarrolló en Campodoglio ha fundado un Centro Studi Pacinotti, institución que tiene los fines de formular cátedras universitarias de Psicobiofísica en Italia y en el extranjero, para que tal ciencia unitaria, madre de todas las otras, sea enseñada, desarrollada por todas partes con la rapidez que reclaman los tiempos, y sean tratadas en sus principios, nuevos conocimientos e invenciones para el ulterior progreso de todas las ramas del saber y para el bienestar material y espiritual de cada uno y de la humanidad. De este artículo podemos extraer algunas reflexiones:


Recordar, por ejemplo, que Hippolite León Denizard Rivail, más conocido por su seudónimo de “Allan Kardec”, codificador del Espiritismo, en su libro Génesis, Milagros y Predicciones, en el capítulo XIV, artículo Los Fluidos, ya había anticipado casi en las mismas palabras la existencia de estos campos fluídicos revelados por las entidades con él comunicantes. Lejos está de mi intención propugnar con esta observación una defensa de esta filosofía o religión (como se la quiera conceptualizar) sino señalar, con esta coincidencia, la accesibilidad por medios espirituales (a fin de cuentas, aún podemos discutir con “quién” o “qué” comunicaba Kardec) a este conocimiento y la ratificación que la metodología científica aporta a lo que, si leen especialmente las líneas destacadas, bien podríamos llamar el “anillo manásico” de nuestro Sistema Solar.


Retrotraernos a la Ley de Correspondencia (“la parte de todo está en el Todo”) y señalar que el comportamiento del “aura” (porción del campo bioplasmático que sobresale del cuerpo físico) con su característica rotación es, en lo microcósmico, apenas un reflejo de la “corriente de fluido” macrocósmica que arrastra a la Tierra.


Pero lo que considero más importante es ese párrafo que destaqué y que nuevamente reproduzco: 

“De tales experimentos ha resultado también que la Tierra transporta consigo, en su movimiento de revolución anual, el propio ambiente circundante de espacio fluido, así como transporta consigo su cubierta atmosférica.” 
Porque de lo que nos está hablando aquí el autor, es de la certeza, por lo menos para esos científicos, de que nuestra Tierra, y el Sistema Solar todo, posee una especie de “campo etéreo” que le es propio, y que pondría en evidencia que dicha situación, de repetirse en Alcione, no sería un extraño caso particular, sino simplemente otra circunstancia de similar tenor, aunque tal vez de características especiales.


LAS HIPOTESIS DEL BANCO DE IMAGENES

Quizás emparentada con la propuesta jungiana del “Inconsciente Colectivo”, la idea de los Registros Akhásicos se asimila a la suposición de un banco de imágenes universal, a donde concurren todas las experiencias y vivencias de todos los seres vivos y de donde se obtiene la información elemental, basal, fundamental, para modelar en la realidad las experiencias y vivencias por venir.

Aunque parezca forzada, esta posibilidad ciertamente sirve para explicar todos los aspectos de ciertas “apariciones” y fenómenos psíquicos, habida cuenta de que —a ello ya nos referiremos en otras oportunidades— descreemos de una explicación meramente patológica o psicopatológica para explicarlas.

El típico caso donde una aparición alerta a un sujeto de un inminente peligro —siendo indiferente si se trata de una supuesta entidad espiritual, el tío fallecido o la madre localizada a miles de kilómetros, gozando de buena salud pero ignorante de las vicisitudes del protagonista— es un buen ejemplo de ello.

Existe una gratuita tendencia innata a concluir que se trata, o bien de un “doble”, algo así como una proyección astral del ser querido para alertarle, o bien del conocimiento premonitorio o telepático del riesgo por venir y una dramatización posterior para su mejor comprensión por parte del destinatario. Pero para comprender por qué reivindicamos para este tipo de casos la teoría de los Registros Akhásicos, permítasenos remitirnos a un caso específico (referido e investigado por alguien tan confiable como Louise Rhine):

Durante la Primera Guerra Mundial, un prisionero canadiense en Alemania logró escapar y, de noche y durante una tormenta de nieve, llegó a una encrucijada en la que un camino conducía hacia Holanda y una probable seguridad, y el otro hacia una captura casi cierta. Vaciló y luego optó por uno de los caminos. De repente, se le apareció la figura de su hermano (que hasta esa hora dormía apaciblemente en Inglaterra, ignorante de todo) muy clara y vívida, y le dijo: “No, Richard, por ese camino no. ¡Toma por el otro camino, idiota!”. El resultado fue que aquél hombre que huía, tomó el otro camino y se salvó.
El hermano no sólo no tenía idea del peligro que acosaba al prisionero, sino que seguramente tampoco habría podido aconsejarle respecto de qué camino tomar. Esto es lo mismo que decir que, a los efectos prácticos, el hermano del fugitivo nada contaba para con este asunto. Ahora bien, supongamos que el inconsciente del hermano en Inglaterra se dio cuenta de la situación de peligro del perceptor; su preocupación podría haberle hecho intervenir como una “aparición” en momento de crisis. O que dicha aparición era una dramatización creada por el inconsciente del perceptor, un modo conveniente de expresar la advertencia, tras adquirir intuitivamente la información correcta.

Si se trata de la primera posibilidad, es razonable suponer que nadie poseía la información: o sea, que no había una persona viva que conociera la ecuación camino correcto –duda del sujeto-. Sea lo que fuere lo que guió al perceptor, era alguien o algo con acceso a un conocimiento más que comúnmente accesible, pero no el hermano como tal.

Si se trata del segundo caso, tendríamos que preguntarnos por qué todo ese trabajo de representar a su hermano; después de todo, hay docenas de casos documentados en los que las personas fueron advertidas por simples premoniciones, corazonadas o pálpitos. Y aunque dejemos abierta la posibilidad de que un agente externo intervino, en uno u otro sentido, ocurrió el acceso a alguna fuente de información, y para explicarlo se necesita algo parecido a la hipótesis del banco de imágenes.

Esta hipótesis además nos ayudaría en algunos problemas de estas disciplinas; por ejemplo, cómo los sujetos voluntarios sometidos a un experimento de abducción imaginaria aparecieron con narraciones tan parecidas a los que produjeron los secuestrados presuntamente reales, o permiten comprender mejor las extrañas correspondencias entre la ciencia ficción y ciertas categorías de apariciones de OVNIs cuando los testigos, en este segundo caso, generalmente son lo suficientemente iletrados como para descartar lecturas de oscuras publicaciones fantásticas de decenios anteriores generalmente en idiomas que no les son propios.

Los Arquetipos de Jung pueden estar almacenados en estos Registros Akhásicos, y la teoría del campo morfogenético de Ruppert Sheldrake, que sugiere que todos los organismos son de algún modo “conscientes” de lo que les ocurre a otros organismos de su tipo, no es más que una manera distinta de llamar al mismo principio.

LA "PSICOMETRIA" Y LOS REGISTROS AKASHICOS



Aquí no nos referiremos a lo que por tal término se conoce en Psicología (la evaluación y medición de patrones intelectuales mediante “tests”) sino a lo que en Parapsicología conocemos por tal término, es decir, al proceso por el cual ciertos psíquicos, teniendo en sus manos un objeto determinado, logran “evocar” detalles de sus dueños o de las circunstancias en las que ese objeto se vio envuelto.

La tendencia popular es suponer que ese objeto retiene “vestigios de memoria” de los sucesos en los cuales participó, como si los hechos fueran una melaza pegajosa que ciertas cosas pueden retener. Tal vez sea así. Pero también es más probable en el sentido de que en alguna parte haya una especie de memoria de todo lo acontecido en el Universo y el objeto actúe como un código de búsqueda, lo cual le permite a la persona dueña de la aptitud psíquica recuperar de ese depósito la información adecuada.

Cualquiera sea el proceso, el objeto le brinda al sensitivo la orientación necesaria. Y si esto es verdad respecto de esa pistola que nos revive los padecimientos del asesinato en el que participó, también sería cierto respecto a esa vieja mansión donde “vemos” apariciones asimilables a sus antiguos moradores y sus circunstancias.

Finalmente, recordemos que toda la historia del conocimiento hermético (desde los augures romanos hasta los espiritistas decimonónicos) nos recuerdan que, de alguna forma, en el sujeto quedan impregnados (hoy diríamos, en su “aura”) todos los acontecimientos en los que participó, todas las intencionalidades que tuvo; según los seguidores de Kardec (nuevamente) es posible hacer una lectura del “periespíritu” para observar, en él, colores y anomalías que debidamente interpretadas nos remitirán a sucesos agradables o desgraciados de su vida.

De forma tal que aplicando un cierto carácter transitivo, podemos colegir que, respetando aquel mismo Principio de Correspondencia a que hicimos referencia, el Anillo Manásico de un sistema cualquiera puede conservar el registro de los hechos acaecidos en su entorno, y es plausible aceptar que algún otro (Alcione, por ejemplo) puede a su vez aglutinar sinópticamente los de los sistemas que le son secundarios.

La culminación obvia de este razonamiento es que si información es vibración, y si nosotros mismos no somos más que nubes electrónicas infinitamente pequeñas orbitando de manera más o menos ordenada en un espacio vacío, la interacción entre nosotros —información vibratoria— y un Anillo Manásico ajeno al nuestro necesariamente ha de provocar algún efecto resonante; ergo, algún cambio. Si positivo o negativo, es sólo cuestión de más especulación.





Arte: Ernst Fuchs
Diagramación & DG: Andrés Gustavo Fernández

10.22.2008

MAS ALLA DE ORION: DE MITOS FANTASMAS Y LUGARES IMAGINARIOS

 Por Domingo Largo Rodríguez
Sus Artículos en ADN CreadoreS






Cualquiera que haya contemplado a través de un pequeño Telescopio, de los habitualmente utilizados por los Aficionados a la Astronomía, el planeta Marte, o cualquier otro de los Planetas más habitualmente observados, por razón de su tamaño o magnitud, sabe muy bien que la visión que se obtiene no se parece en casi nada a esos gráficos vistosos y llenos de colorido con los que nos obsequian la Televisión periódicamente, cada vez que un Fenómeno Astronómico de cierta importancia nos visita, y que invariablemente suelen resultar tan falsos como inoportunos, repetidos se trate de un Cometa, un Eclipse, o el Descubrimiento de un Nuevo Planeta, y normalmente sin que las imágenes tengan que ver demasiado con la noticia, aunque eso sí, sin faltarles la "oportuna" voz en off informándonos de la "grandiosidad del Cosmos" o cosas similares.

A través de un Telescopio de aficionado, Saturno o Júpiter aparecen, literalmente, como pequeños fantasmas blancuzcos, de silueta quebradiza e irregular, que atraviesan fugazmente nuestro campo de visión dándonos apenas tiempo a percibirlos levemente. Estos Telescopios, por su escaso campo de visión, no lo permiten en cuanto no colocamos un ocular de más de 200 aumentos, sino un reducidísimo y oscuro campo de pocos grados. 


Si a ello se une la Rotación de la Tierra, cuyo efecto aparente es el movimiento nocturno de la Esfera Celeste y cuanto contiene, desde el Este al Oeste, alrededor de la Polar, la vista de los Planetas se asemeja a contemplar una gotita de leche hundiéndose veloz dentro de un vaso de agua turbia.

Contemplaba hace poco el Marte brillante y orgulloso con el que nos ha obsequiado Junio en el Sureste en estas condiciones, y no dejaba de pensar en Percival Lowell, el Astrónomo estadounidense que dedicó su vida, su vista y su salud a defender su idea de los Canales de Marte. Contemplaba yo apenas un diminuto círculo rojizo que vibraba ante mis ojos cansados por efecto de la agitación de la Atmósfera, y no podía dejar de comprender, hasta cierto punto, la fascinación con la que Lowell debía contemplar, o imaginar que contemplaba, noche tras noche, a aquellas fantasmagóricas obras de ingeniería gigante.

Lo realmente asombroso de Cidonia o de los Canales de Marte radica no en sí mismos, sino en la capacidad de fascinación que ejercen sobre nosotros. Imaginamos lugares, mejor cuanto más lejanos, y proyectamos sobre ellos todos nuestros Símbolos, aquellos Arquetipos de los que hablaba Jung, que constituyen buena parte de nuestra vida inconsciente. 


A principios de Siglo, cuando apenas comenzábamos a asomarnos a las Maravillas del cielo nocturno, los Primeros Científicos, basándose en la hipótesis de Laplace según la cual los Planetas se habían formado a partir de la Materia Solar, desde el Sol hacia la periferia, establecieron la idea de que si la Tierra era el mundo habitable, real y presente, Venus, más cercano al Sol, debería representar la Juventud, la Edad Antigua: allí donde aún no había habido Hombres; Marte, por el contrario, más lejano y más viejo que nosotros debía representar el Futuro: allí donde ya había sucedido cuanto habrá de aparecer aquí. 

Además, la Capa de Nubes que cubre Venus hizo pensar de inmediato en el ambiente del Cámbrico. Aquel debía de ser sin duda el Jardín del Edén, un mundo que comienza, que seguramente oculta bajo sus nubes mundos oceánicos y bosques tropicales, donde, tal vez, pululaban aún los dinosaurios. ¿Y Marte? ¿Qué ocultarían sus Desiertos de arena rojiza y sus Canales? ¿Acaso no el paisaje de la pura melancolía, allí las ruinas de Civilizaciones que fueron como la nuestra, que como nosotros se creyeron inmortales y que al igual que habrá de sucedernos, pasaron al olvido? Imaginemos un mundo en el qué empezar de nuevo: Venus; imaginemosd un mundo en el que reflexionar acerca de lo frágil de la Vida y del Tiempo: Marte.


Importa poco que los Descubrimientos Científicos fueran poco a poco borrando esa imagen poética. Sin embargo, la idea es tan cautivadora en sí misma, que no fueron pocos los escritores que la utilizaron en sus narraciones, durante la Edad de Oro de la Ciencia Ficción, cuando -como dice Asimov-:
"...Aún no habíamos pasado por muchas cosas, y éramos jóvenes, y el espacio estaba poblado por chicas estupendas con falditas plateadas". 
Años más tarde, Ray Bradbury retomará la imagen en sus Crónicas Marcianas aunque recuperando toda su carga de profunda desazón, de enorme tristeza. Como dirá Borges: 
"¿Por qué estos cuentos fantasiosos escritos por un hombre sencillo en el porche de su casa de campo, situados en un planeta Marte que en realidad es el pueblucho árido de su infancia, pueden causarme esta profunda inquietud?". 
En otros cuentos, al leer "año 3000" no podemos evitar una sonrisa burlona; leemos en éstos "año 2000" y verdaderamente al decir de Borges, precisamente por esa familiaridad con nuestro entorno conocido y al mismo tiempo por la distancia que supone el colocarlos en ese lugar mítico, no podemos evitar sentir en nuestro espinazo "la carga enorme del tiempo".

Entorno mítico, esa es la Clave. Lo que logró el equipo de Blade Runner de manera tan Magistral, mucho más convincente incluso que la novela de Dick, es enhebrar en nuestro ánimo la idea de que lo que contemplamos en la pantalla es la encarnación de un Mito; de un Mito nuevo, revestido de personajes desconocidos -Deckard, Rachael, Pris y Roy Batty- y al mismo tiempo reconocibles, como en cualquier auténtico Mito. La Literatura, como nuestro cerebro, se nutre en realidad de pocas figuras: Hamlet es Hamlet, pero está en Aquiles; igual que Aquiles está en Sansón; lo mismo que sobre Judas Iscariote cabalga la sombra de Caín. En una novela moderna aparecerán con otros nombres, pero será la referencia al Mito del que se nutren lo que les haga perdurar. Cuando el Mito se
encarna de forma especialmente Magistral, como el caso de Blade Runner entonces serán los Personajes del Cuento los que adquieran a su vez, de forma separada, la condición de Mito. Así, Roy Batty es ya un Mito en sí mismo, aunque tras su figura percibamos sin duda la figura del monstruo de Frankenstein.

Fue Rutger Hauer -actor encargado de dar vida en la pantalla a Roy Batty- el Autor improvisado de ese monólogo maravilloso que ha quedado en la memoria de cuantos vimos Blade Runner con embeleso, convencidos de que aquella película quedaría ya para siempre en nuestras vidas. Orión... el Cazador.

Según la Mitología Griega, Orión se jactaba de poder cazar cualquier criatura, por grande y poderosa que fuese. Para castigarle por su soberbia, Gea le envió un Escorpión mientras dormía, que le mordió en un pie, causándole la muerte. Compadecida, Diana, Cazadora de su Discípulo, le colocó en el Firmamento, en forma de Constelación. Fue Flammarion, el primero en referirse a Orión como "La California del Cielo", en feliz expresión que popularizaron después los Astrónomos estadounidenses. En efecto, en pocos rincones del Cielo pueden encontrarse juntos tantos Fenómenos dignos de Estudio.

Orión es un Símbolo de la Sucesión del Tiempo, de la alternancia entre la Vida y la Muerte. Tanto Rigel como Betelgeuse, sus dos gigantes blanco-azulada y roja respectivamente, están en la Fase Final de la vida de las Estrellas. De su masa y de sus condiciones particulares, dependerá el que muy pronto tengan que "decidirse" entre seguir expandiéndose en una esfera rojiza, cada vez mayor y más tenue, más ligera, o, por el contrario, si sus masas son lo suficientemente grandes para Atraer hacia su Centro a su capa exterior, empezar a contraerse hasta convertirse en una enana blanca o quizás, en un Agujero Negro. 

Al mismo tiempo, Radiotelescopios del mundo entero se orientan hacia el Centro de la nebulosa que ocupa el Centro de la Constelación, cerca de las Tres Estrellas Pálidas de lo que se conoce como "El Cinturón", también llamadas "Tres Marías" o "Tres Reyes". Allí, por el contrario, nacen Nuevas Estrellas Azuladas y Jóvenes, que todavía están formándose. 

Pero es que Orión y Escorpio se sitúan aproximadamente a la misma Latitud y muy separadas, de forma que cuando una sale la otra se pone, y así al Cazador orgulloso en lo alto le sigue su Verdugo, y viceversa, alternándose los dos en ostentar la Máxima Altura en el cielo nocturno o por contra la "humillación" del Ocaso. De esta manera, Ciencia y Leyenda se unen de forma simple y a la vez maravillosa, para cuantos iniciados sepan leer las Leyendas Inscritas en las Estrellas.

Remontémonos a los Sabios Griegos, a los Navegantes Fenicios o a los Druidas Celtas, fueron ellos los Primeros en utilizar el Cielo para dejar constancia en él de sus Leyendas, de sus Mitos, Tejidos por siglos de Observación, trenzados con siglos de Sabiduría. También en el Siglo XVIII los Navegantes europeos pudieron poner Nombre a las Estrellas Nuevas que iban descubriendo al adentrarse en el Hemisferio Sur. Pero, salvo excepciones, lo que pusieron en el Cielo era lo que llevaban en sus cabezas modernas e ilustradas: Telescopios y Microscopios, Máquinas e Instrumentos. En el Norte, por contra, Civilizaciones volcadas a la Observación de los Astros dejaron constancia desde el Principio de los Tiempos de cuantos Símbolos poblaban su Memoria.

¿Por qué un Cazador en el monólogo de Roy Batty? Desde siempre ha sido un tópico del Género la aparición de un personaje que, formando parte del engranaje totalitario de una sociedad futura, en un momento dado tome conciencia e intente cambiar las cosas. Es el Montag, de Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, el Deckard de Scott, en Blade Runner, el protagonista de La fuga de Logan. Todos ellos comenzarán las respectivas novelas formando parte de estructuras militares o paramilitares contra las que irán descubriendo una identidad propia que les irá acercando a sus víctimas, hasta ponerse de su parte. Orión, como Deckard, es el orgullo vencido, la soberbia que cae en la cuenta.

Al final, será cuestión de acercarnos a la Ciencia Ficción en particular, y a la Literatura en general, tratando de ver lo que se esconde tras las apariencias. El ser humano no ve el mundo, lo reinventa a cada mirada. Esto lo sabemos desde siempre -probablemente desde La Caverna, de Platón-, aunque fuese Kant quien lo redescubriese. Al final,
Cielo y Tierra no son sino un gigantesco tapiz contra el que proyectamos nuestros propios Fantasmas, o por decirlo de otro modo, un Espejo en el que nos miramos a nosotros mismos, quizás sin darnos cuenta. 


Lo maravilloso de ciertas Obras literarias o cinematográficas, como Blade Runner o las Leyendas Artúricas, es el grado de Perfección, el número de Matices diferentes, que pueden añadir a ese Espejo. Igual que cuando Jung explicaba la Baraja de Tarot no como medio de Adivinar el Futuro, sino como Espejo para que aquel que Echa las Cartas se explore a Sí Mismo a través de los Símbolos múltiples y a la vez interrelacionados que las Cartas proponen, en cada tirada.

Y por supuesto, algo más, porque siempre hay algo más en un Mito. Acudan a una Biblioteca y consulten un Mapa de Estrellas, en el que encontraran las distintas Constelaciones. Cerca, muy cerca de la de Orión, se toparan con la Constelación de Monoceros: el Unicornio. Justo allí donde el amigo Hauer/Batty nos dijo que estaría: apenas un poco "Más allá de Orión".




Diseño & Diagramación: Pachakamakin

5.18.2008

ENTREVISTA A VIRGINIA GAWEL


Por Yamila Hanashiro
Sus Artículos en ADN Omni





El Planeta Tierra comenzó un nuevo año, el 2008.

Mi segunda entrevista fue a Virginia Gawel, psicóloga con orientación Transpersonal desde hace muchos años. A continuación, su biografía:

Licenciada en Psicología (Universidad John F. Kennedy), ejerce la práctica clínica bajo este encuadre desde 1984, tanto a nivel individual como grupal. Se formó en este paradigma incursionando en la Psicología de diferentes Tradiciones de Sabiduría (Budismo, Sufismo, Chamanismo, Taoísmo, Misticismo Cristiano, etc.) y con difusores contemporáneos del enfoque Transpersonal en distintos centros de entrenamiento (particularmente en Esalen, California). Se especializó en técnicas de acceso directo al Inconsciente (Sofrosis, Visualización Terapéutica, P.N.L., Ensueño Dirigido, Hiperventilación, y otras), en Psicología Junguiana y en Técnicas Integrales para la Interpretación de Sueños. Ejerce la docencia sobre estos temas desde 1986.
Junto con su esposo, Eduardo Sosa, ha desarrollado un sistema de enseñanza para el aprendizaje desde la sensibilidad a través de medios virtuales (Feel e-learning), mediante el cual despliegan un Programa de Formación y Entrenamiento en Psicología Transpersonal con alumnos en todo el mundo hispanohablante. Actualmente está investigando y escribiendo sobre la Poesía como instrumento terapéutico y como herramienta para la ampliación de la conciencia, en base al enfoque Humanístico-Transpersonal. También ejerce la docencia sobre la Integración de Técnicas de Oriente y de Occidente para el Acceso Directo al Inconsciente. Es fundadora y Co-Directora del Centro Transpersonal de Buenos Aires http://www.centrotranspersonal.com.ar/

Verano caluroso, mucho más que el año pasado. A la una de la tarde del 4 de enero toqué el timbre del Centro Transpersonal.

En el primer piso me esperaba Virginia. Su vestimenta me hizo acordar a Oriente.

Cabe destacar que esta entrevista tuvo un ritmo diferente a la anterior (mucho más rápida, ya que estábamos entre horarios de sus pacientes. Apenas finalizamos, un señor la estaba esperando en planta baja); también la encaminé de otra forma por el hecho de que la Psicología Transpersonal implica por sobre todas las cosas la comunicación fluida entre el paciente y el terapeuta

Y así fue como entre las dos fuimos organizando este trabajo.

¿Qué es exactamente la Psicología Transpersonal?

En sí es un enfoque específico de la Psicología que nace en la década del 60, cuando a nivel histórico lo que empieza a suceder es que las Filosofías y Técnicas de Oriente (particularmente el Budismo Tibetano) empiezan a abrirse a Occidente por distintas razones; incluída la invasión China al Tibet en el año 59. Junto con ello, el Taoísmo, la Vedanta, el Zen... echan raíces fuertes en Estados Unidos y se mezclan un poco con todo el movimiento Flower 
Power de los hippies y demás, tomando un camino ecologista, espiritual, a veces superficial. Pero paralelamente esto despierta el interés de terapeutas, filósofos y científicos de Occidente, por lo cual se fue conformando un cuerpo de conceptos y de prácticas académico y serio, procurando que esas antiguas enseñanzas de Oriente se pudieran amalgamar con la Psicología de Occidente. Entonces va naciendo una Psicología más humanista; así se va llamando al principio. Desde ese enfoque, cuando el terapeuta observa al paciente no lo ve en términos de enfermedad, sino particularmente detectando qué es lo que tiene de sano esa persona, cómo hacerla florecer, qué recursos internos podría desplegar; es decir que tiene una mirada no patologizante. A partir de esta instancia se empieza a trabajar con individuos, con grupos, aplicando antiguas técnicas para abordar el mundo interno más allá del mero analizar y pensar… También se empieza a trabajar con visualización, con meditación, con técnicas psico-corporales tan antiguas como el Tai-chi, por ejemplo, con las que vivenciar el cuerpo más allá de la cabeza que Occidente siempre ha tenido. Es decir, entrar a la Psicología a través de la sensibilidad y desde una mirada que tienda al desarrollo, no a la resolución de lo que funciona mal, simplemente. Ahí entonces surge todo un movimiento que empieza a infiltrarse en los consultorios psicológicos y en las aulas de las Universidades, y que va tomando forma más definida a lo largo de las siguientes décadas. 

¿Cómo y cuándo surgió la idea de tener un Centro Transpersonal?

En nuestro país, lo que nosotros hacemos en el Centro Transpersonal empieza a esbozarse en los años 80 y se constituye como tal en 1994. Su propósito es poder brindar a quienes quieran tener otra mirada de la Psicología (una formación que las universidades actuales aún no brindan: recién ahora en los claustros se está hablando de Psicología Transpersonal en nuestro país y en Sudamérica. Desde hace cinco años empezamos a trabajar ejerciendo la docencia a través de Internet, desplegando un Programa de Formación y Entrenamiento en Psicología Transpersonal con gente de habla hispana de todo el mundo. Y fue sucediendo que, como Buenos Aires es una capital cultural muy importante, donde hay congresos de psicología kleiniana, psicoanálisis, sistémica... la Psicología Transpersonal fue tomando un lugar pionero aquí. Entonces sucede que cuando profesionales de distintos países que se quieren formar en el paradigma Transpersonal, acude a este espacio nuestro que hace tantos años se dedica a ello. Entonces tenemos como alumnos a Psicólogos, Picopedagogos, Terapeutas Corporales, Counselors... y también personas que no trabajan en situaciones humanísticas pero que buscan estas herramientas como medio de autoconocimiento, desde cualquier parte del mundo. También viajamos a dar conferencias, seminarios; formamos parte de una Red Latinoamericana y actualmente también Hispanoamericana con un grupo que se llama Oxigeme, que lo que busca es perfilar una Psicología Transpersonal que sea independiente de la visión de Estados Unidos, dado que hablamos otro idioma, tenemos otros problemas y tenemos otras soluciones, también. Entonces, se trabaja para darle forma a una Psicología Transpersonal que tenga como foco sus propias problemáticas y que quizás aplique estos recursos de un modo distinto a como los puede aplicar alguien que tiene una vida más simplificada en California. La Psicología Transpersonal que se fue enraizando en los problemas de Sudamérica se irradia también hacia los sectores que menos pueden; hacia el trabajo con comunidades en dificultades, zonas de catástrofes... En estos momentos, por ejemplo, tenemos varios alumnos desde el Perú que están trabajando con todo lo que fue el terremoto de meses pasados: ellos allá están ayudando a gente que está en situación límite; nosotros desde aquí proveemos herramientas de trabajo. De modo que de alguna manera lo que es Internet produjo un efecto muy especial que es el de interrelacionar con personas que tienen mucha afinidad entre sí, y que no encajan exactamente en los ámbitos comunes de la Psicología, que buscan trabajar con los pacientes de una manera más cálida, más afectuosa, con un contacto cercano entre paciente y terapeuta.

Cómo se aplican las técnicas de Oriente en el proceso de autoconocimiento de una persona occidental de hoy?

Antiguas herramientas para el trabajo sobre sí que han aplicado monjes del Budismo Tibetano, del Taoísmo, del Zen... para trabajar sobre sus emociones, sobre su cuerpo, su mente... hoy pueden aplicarse de modo laico, integrándolas con los conocimientos de Occidente. Una Psicología muchísimo más antigua que Freud! Con estas herramientas podemos trabajar con nuestros vínculos, con nuestros afectos, con nuestro cuerpo, con nuestra sensibilidad, con nuestras perturbaciones del pasado... técnicas que se utilizan ya desde hace siglos con gran eficacia. Y no hace falta ser un monje para eso!

¿Cómo es el vínculo terapeuta-paciente desde el enfoque transpersonal?

Cuando digo terapeuta estoy englobando a un profesional que esté formado en cualquier disciplina. Podría ser un Psicopedagogo, podría ser un Counselor (consultor psicológico), podría ser… En este momento hay Couchs, hay Psicólogos de distintas ramas, hasta podría ser alguien que trabaja con el cuerpo: Terapeuta Corporal, Terapeuta Ocupacional…


¿Cómo se enfoca el vínculo terapeuta-paciente desde esta Psicología Humanista Transpersonal, que sería el nombre completo?


De un modo muy diferente de cómo lo hace, por ejemplo, el Psicoanálisis. En la mayoría de las escuelas que se enseñan en la universidad lo que se dice es que entre el terapeuta y el paciente debe haber una distancia importante. El terapeuta es un anónimo para el paciente, de modo que yo como terapeuta te conozco, pero vos a mí no, y si vos me preguntás “¿Virginia estás casada?”, yo te podría contestar bajo la línea de esas escuelas: “¿Ud. qué se imagina?”, “¿A Ud. qué le parece?” En algunas escuelas hasta más rígidas, -yo lo he vivido como paciente hace muchísimos años-, si vos tenrminás tu sesión de terapia en un séptimo piso y el terapeuta te acompaña hasta la salida, durante los siete pisos que se bajan por ascensor no se habla con el paciente porque hay una distancia en donde la sesión terminó... y ya está! Desde la Psicología Transpersonal se ve esta manera de vincularse con el paciente como algo inhumano, muchas veces enfermante más que terapéutica. Necesitamos crear primero una sanidad vincular entre el paciente y el terapeuta: es un vínculo donde debe florecer el afecto, donde tenemos que aprender el uno del otro; yo como terapeuta a contar cosas y si te sirven a vos en los problemas que vos tenés… Si vos tenés un duelo porque has sido engañada por tu pareja y estás sufriendo y yo lo viví, que vos sepas que yo TAMBIÉN lo viví, cómo lo resolví... porque a vos te puede ayudar muchísimo. Y que yo te diga: “Mirá yo elegí no tener hijos porque realmente me siento más cómoda y me encanta esta elección que hice”; a vos te puede servir. Que yo te pueda decir: Mirá hoy estoy triste porque mi padre está muy enfermo; y vos lo sepas, a vos te sirve como paciente porque sabés ante quién estás de modo que el vínculo no es unilateral. 


El vínculo es de otra manera. Entonces si vos estás llorando porque estás viendo algo muy fuerte y muy sincero y termina la sesión y nace la necesidad de abrazarnos, y te doy un abrazo, te digo “Tené paciencia que vas a salir”... está perfecto! Porque es un vínculo humano. Si vos contás algo que a mí me alegra y me emociona y se me caen las lágrimas, está muy bien que así sea. Si, en cambio, yo como terapeuta tengo que respirar hondo y retener toda esa emoción para poner cara de que nada me pasa... estoy en problemas! Si vos tenés que contarme algo y estoy a espaldas tuyo y vos querés saber a quién le contás eso y no recibís una palabra cuando te vas, estamos en problemas. Entonces en esta Psicología la relación terapeuta-paciente es un modelo vincular donde el relacionarnos entre nosotros te sirve para después relacionarte con tu pareja, con tu papá o tus alumnos, o con tus propios pacientes si los tuvieras. Y eso es muy importante. Es un vínculo donde los dos aprenden. Vos aprendés de cosas que yo tengo como herramientas para transmitirte y yo aprendo de vos porque vos sos diferente, tenés cosas para enseñarme a mí de cómo vos te enfocas en la vida. No importa que vos tengas 21 años. Vos sos diferente a todos, y escucharte es escuchar un mundo que yo nunca escuché.

Es como un intercambio…

Es un intercambio en donde el terapeuta no está en el lugar de “yo sé” porque “estoy sana” y soy terapeuta y vos sos paciente, estás mal y venis a consultarme. Entonces hay una apertura mutua y yo puedo expresarte lo que yo siento con lo que vos me comentás. Te expreso mi sentir, hay un diálogo de ida y de vuelta donde vale que yo te diga como terapeuta: “Realmente me siento confundida, disculpame, no sé qué decirte. Procesémoslo juntas y la semana que viene lo vemos. No lo tengo claro en este momento.” Y puede ser que a la semana siguiente vos cierres los ojos y yo también y hagamos un ejercicio de meditación y de visualización con alguna técnica que nos permita entrar en tu problema desde un lugar que no sea pensar solamente. Y yo voy a cerrar los ojos y voy a tratar de sentir lo que vos sentis, mientras vos me lo vas relatando, para poder sintonizarme con lo que a vos te pasa en el rato que compartimos juntas. Esto lo hablo en primera persona pero digamos que estoy englobando en forma general más o menos cómo es un vínculo terapeuta-paciente en este modelo de la Psicología. Es muy común que vengan a formarse personas que son muy jovencitas y están por recibirse y han escuchado de esto y les interesa, pero también personas que ya tienen muchos años de trabajar en terapia y están hartas de ser un mueble junto al paciente, de estar mirándolos todo el tiempo para ver si tienen o no el Edipo superado, en términos que realmente la vida verdadera, y no meras teorías. Entonces se dan cuenta que hay veces que necesitan tomarle la mano al paciente, o contar algo propio... pero el encuadre no lo permite! Entonces, están buscando otro encuadre... pero no saben cuál. Cuando encuentran este enfoque se dan cuenta de que ellos son así, siempre lo fueron, pero no se lo permitían. Así empiezan a relacionarse de ese modo más espontáneo con otras herramientas, y a trabajar sobre sí mismos desde otra visión. Profesionales que tienen 40, 50 años, 10 o más años de profesión, que al cambiar el paradigma, ven desde dónde miraban al paciente y utilizan herramientas que no son solamente las palabras.

Como que están buscando otras respuestas…

Otras respuestas y otra manera de arribar a esas respuestas.

¿Cuál es la noción de inconsciente que describe este paradigma?

El modelo de Inconsciente en el que se apoya la Psicología Transpersonal es muy distinto del psicoanalítico. La Psicología más ortodoxa entiende al Inconsciente como un reservorio de cosas no resueltas; aún a nivel popular se dice “Me traicionó mi Inconsciente”. “Me traicionó” porque uno lo concibe como una entidad donde anidan conflictos, mandatos, complejos... un paquete de aspectos tenebrosos de sí mismo, un ámbito oscuro. El modelo de inconsciente que toma la Psicología Tanspersonal es muy diferente porque tiene en cuenta el Inconsciente que describe la Psicología del Yoga, la del Budismo... otra noción de Inconsciente. Podemos concebirlo como algo que se graficaría con distintas capas (como si fuera un corte sagital del suelo): arriba estaría la conciencia, lo más superficial. En un proceso terapéutico hay que penetrar el suelo hacia las capas más profundas, que serían los distintos estratos del Inconsciente. La primer capa estaría conformada por esos problemas no resueltos. Allí hay piedritas y semillas no muy deseables que han sido sembradas y había que sacar. Pero debajo de esa capa hay un Inconsciente más profundo cuyo núcleo es tu esencia, tu ser, tu Sí Mismo (como diría Jung). Aquello que vos eras antes de nacer: tu espíritu. Eso más esencial tuyo quedó tapado por los condicionamientos. Ese núcleo de tu Inconsciente que fue reprimido: no solo reprimiste tus broncas, tus dolores, sino que también has reprimido tu real naturaleza. El trabajo que propone la Psicología Transpersonal, que estamos llamados a hacer es des-reprimir eso, porque ahí está nuestra real identidad. Tu identidad no es lo que vos aprendiste, tu identidad es lo que vos sos en esencia. 



Entonces el trabajo de un adulto va a ser el de empezar a desacondicionarse, permitiendo con ello que el núcleo del Inconsciente sea el que dirija ese proceso. En nuestro Inconsciente, más allá de que pueda haber traumas, conflictos y demás, mora una inteligencia que le es propia: una inteligencia que busca expresarse, que busca guiar nuestra vida y con la que necesitamos aprender a contactarnos, porque ahí está la verdadera vocación, ahí está el Sentido de para qué vos vivís. Ahí está lo que vos sos más allá de lo que los demás esperan que seas. Y eso sucede en general más marcadamente hacia la mitad de la vida, cuando la persona se da cuenta que, habiendo armado su vida básicamente desde sus condicionamientos, hay algo que no funciona: una profunda insatisfacción. Entonces empieza a trabajar para poder contactar con eso más profundo, que intuye dentro de sí. La Psicología Transpersonal ofrece para ese trabajo técnicas concretas y eficaces que permiten que ese contacto vaya aconteciendo poco a poco a, través de meditación, de visualización, de prácticas del Sufismo, del Taoísmo, del Budismo... Entonces eso permite que la persona pueda tener dos impulsos terapéuticos: uno es, con el terapeuta, el ir extrayendo y viendo los conflictos, los traumas (por decirlo así, en el esquema anterior, yendo desde la superficie hacia lo profundo). Y el otro es contactándose con esa fuerza primordial, que, en su necesidad de expresarse, presiona de adentro hacia afuera. Es como un niño que puja por nacer y, si uno le ayuda, eso empieza a manifestarse. Desde allí son distintas tus elecciones de vida: la pareja, la vocación. Probablemente hay cambios muy importantes en el cual la persona se libera de lo que no es ella.

Ahh, por eso hay tantos problemas de pareja…

Sí en general la primera década de los 20 a los 30 años la elección de pareja que hacemos, rara vez depende de lo que realmente somos. Y creo que tiene que ver más con motivaciones de lo colectivo, mandatos de la familia, mandatos culturales del grupo en el que la persona está. Instinto. Vos mirás una película, cualquiera que sea, vas a ver que a los 15 minutos de conocerse uno le dice al otro: “Yo te amo” y si no es a los 15 minutos, es a los 15 días. Eso es un absurdo. El amor es una concepción que lleva mucho trabajo, lo otro es “nos atraemos”, “nos gustamos” o, en el mejor de los casos, “nos queremos” . Es algo superficial, instintivo en general, hormonal; a veces hay algo esencial, pero realmente el poder decir te amo requiere de tiempo y trabajo en un vínculo. Hay todo un modelo de trabajo con la pareja, que es propio de este enfoque y que tiene que ver con las mecanicidades que se dan en pareja, la dificultad de construir un vínculo entre personas que son complejas, y que tienen una visión más profunda de la vida.

¿Qué es el Feel e -learning y cómo surge?

Después de dar muchísimas conferencias (son más de mil) durante muchos años; también hemos brindado el espacio para que se realicen exposiciones de arte, conciertos, talleres de todo tipo y que vinieran también representantes de distintas líneas de conocimiento. Ha venido un Sheik sufi, un discípulo del Dalai Lama a dar conferencias... un budista holandés a dar conferencias, otros representantes del yoga, o de distintas vertientes porque la Psicología Transpersonal... Después de muchos años de compartir esto en grupos presenciales, frente a frente, hace cinco años con Eduardo, mi esposo, a él se le ocurrió que podríamos, teniendo en cuenta el auge de Internet, ver la posibilidad de transformar estas enseñanzas en un formato que pudiera ser transmitido a través de Internet. Los dos tenemos mucha afinidad de formación a pesar de que nos encontramos ya adultos en la vida y con tanta afinidad fue natural que le diéramos potencia a este proyecto del Centro que estaba ya siendo todo un emprendimiento a nivel presencial y él puso el condimento de hacerlo a nivel internacional. 
El problema que se nos planteó fue, puesto que esta Psicología es tan vivencial y tan ligada a lo que uno siente, vinculada a que los grupos de personas se comuniquen entre sí... ¿cómo hacer para que eso no se pierda a través de una máquina que parece tan fría? Entonces ideamos un sistema de enseñanza y le llamamos Feel e-learning, porque e-learning es el aprendizaje a través de medios virtuales, y Feel porque la idea es que la persona no pierda de vista su sensibilidad en ese proceso de aprendizaje. Entonces lo que hacemos es trabajar con grupos de todo el mundo, todos interconectados: en general son 10, 12 países por curso de 40, 50. Y los del hemisferio norte están con su invierno y otros están con mucho calor frente a nuestras playas y para otro son las tres de la mañana y están en España, pero se han conectado igual... Todos con realidades tan diferentes, y a la vez con tanto mundo interno en común, todos realizando las mismas prácticas a la vez... Y cada uno participa de esa experiencia de aprendizaje. Ahora… Lo que transcurre en el intercambio grupal es muy intenso porque lo que hacemos son ejercicios grupales y participar con la problemática que cada uno quiera plantear. Muchos dicen unánimemente: “Termino con el teclado mojado porque lloro frente al monitor, conmovido por lo que está pasando”. El trabajo es que cada concepto, mediante el intercambio grupal y la práctica individual, se convierta en una vivencia. Además de los encuentros, los alumnos tienen mucho material didáctico para estudiar, muchos ejercicios para la vida cotidiana. Por ejemplo trabajamos con el concepto de Sombra (aquello que uno no alcanza a ver de sí mismo, y que tiende a proyectar en los demás). Uno se entrena para aprender a descubrirlo, mediante ejercicios concretos. Entonces vos sabés que todos tus compañeros, cada uno en su ciudad y su país durante toda esta semana va a estar practicando el mismo ejercicio, y vos vas a hacer tu esfuerzo desde donde vos estás, con tu pareja, con tu familia, en tu trabajo, en el subte, donde sea. Y durante la semana lo que vos vayas observando lo vas volcando en un foro donde podés ingresar en cualquier día y horario. Entonces una vez por semana hay un foro donde cada uno va volcando lo que vio con el ejercicio, de modo que los conceptos no quedan en la cabeza solamente, sino que la persona que cursa un seminario sí o sí se va transformando: la que empezó no es la misma que terminó, nunca. Con la lectura del material, con la participación con los compañeros, con la implementación de un puente a través de la sensibilidad, porque hay ideas que se comprenden mejor con el hemisferio derecho. Esto son las imágenes, las metáforas. Para nosotros es muy importante la aplicación de cuentos, de poesías, de mitos, de frases que te acompañen durante esa semana. No importa si a vos habitualmente te gusta o no la poesía, porque hacemos una selección de textos que difícilmente no puedan gustarle a alguien. Entonces, pasar por todo ese proceso del programa de un seminario inevitablemente te conduce a vos que trabajes con lo que a vos te está pasando en tu vida. Cada uno de los seminarios se enfoca en un conjunto de ejercicios y de ideas. Por ejemplo, hay un seminario que es para trabajar sobre las emociones, en el que se trabaja con el enojo, el dolor, el miedo. Otro de los Seminarios es para aprender a recordar e interpretar los propios sueños a partir de este enfoque, y trabajamos con los sueños de los mismos participantes, asimilando también los conceptos del Inconsciente de los que antes te hablaba. Y para los que son terapeutas luego eso lo aplican con pacientes. Y quienes no lo son pueden cursar igual, que es lo que vos me preguntabas, y lo van a aplicar ya no con pacientes sino en sus propias vidas. 

¿Y para estudiar la carrera de Psicología Transpersonal?

En realidad no se trata de una carrera, sino una especialización: para poder trabajar con pacientes es necesario un título habilitante previo, tener un respaldo formal: puede ser Psicólogo, Counselor, Terapeuta Ocupacional, Terapeuta Corporal... Hecha esa formación, uno se especializa en esta escuela. Entonces vos si sos Counselor, por ejemplo, podés ser un Counselor con orientación Transpersonal y trabajar desde ese paradigma. Hay lugares en donde dan títulos de Técnico en Psicología Transpersonal, Terapeuta Transpersonal; todo eso es indecente, una visión muy comercial. Yo no me haría atender por un “terapeuta transpersonal” que no tenga una formación estricta en Psicopatología en una Universidad. Trabajar con un paciente es muy difícil, es serio, es riesgoso. La persona debe tener una formación extremadamente sólida, porque un terapeuta puede dañar mucho si no está bien formado. Entonces, largar al mundo “terapeutas transpersonales” sólo con estudios secundarios y esas pocas materias que se puedan ver. Sería algo así como ser cirujano sin ser médico. Si, en cambio, sos instructor de Yoga y tomás una formación transpersonal, seguirás dando clases de yoga, no pondrás un consultorio, pero el modo en que vas a dar la clase va a ser mucho más completo y profundo.

Muchas veces sucede al revés. Hay gente que presenta esa sed de comprender este tipo de temática e investiga primero este paradigma, no va a estar habilitado para ejercer nada. Como te decía es un proceso de autoconocimiento, pero a partir de ahí se da cuenta de qué es lo que quiere hacer, qué es lo que quiere estudiar. Tenemos en este momento una alumna de España que hizo todos nuestros seminarios, cada año vamos agregando nuevos seminarios. Ahora se decidió a formarse como Arte-terapeuta: va a venir a estudiar a Buenos Aires, o podrá hacerlo en otro país. Entonces: son bienvenidos estudiantes, son bienvenidos quienes no tengan una profesión y quieran aplicar estos conocimientos al trabajo sobre sí, y son bienvenidos quienes tienen una profesión de grado.

En el sitio de Ustedes hay un espacio donde desarrollan algo específico, que titularon “¿Qué NO es la Psicología Transpersonal?”. Podrías hablarme de eso?

Sí: en este momento hay toda una corriente que toma el nombre de “transpersonal”, pero no tiene nada que ver con la verdadera Psicología Transpersonal: se trata, en cambio, de un movimiento que se apoya en lo que lo se llama pensamiento mágico ¿Qué significa esto? Vos vas a encontrar muchos lugares donde dice: tarot, alquimia, canalización angélica... psicología transpersonal. Todo eso no tiene que ver con la psicología transpersonal, absolutamente no. En verdad cuando en psicoterapia muchas veces tenemos que ayudar a los pacientes a reparar el daño que esas cosas producen.

Y también estamos en problemas respecto de técnicas que son valiosas, pero que dadas prematuramente son muy peligrosas. Por ejemplo, hay técnicas en Oriente para abrir centros de energía. Pero esos ejercicios en un monasterio se dan a alguien que ya tiene muchos años de trabajo sobre sí, y con estricta supervisión de un maestro, personalizada. Entonces, si uno da esos ejercicios prematuramente a una persona que no está preparada, hasta puede generar psicopatologías severas, le puede producir un daño muy serio psicológicamente. Hay una moda de “turismo espiritual”: “probar” distintas técnicas para “ampliar la conciencia”. Pero si yo hago algo para ampliar la consciencia en un nivel que no está en mi condición hoy, puedo provocarme mucho daño. Entonces eso también es parte de una formación sensata saber qué instrumentos utilizar y cuáles no; ayudar al terapeuta a que no confunda y no dañe al paciente, y si el paciente viene dañado por alguien que hizo inescrupulosamente eso con él, volver a colocarlo donde estaba antes de eso, porque muchas veces viene gente dañada desde ese lugar, pensando que eso era Psicología Transpersonal bien aplicada. Realmente hay que depurar todo eso, hay una Psicología Transpersonal que es fascinante y que es seria y que hay que aplicarla primero sobre sí mismo; curarse del pensamiento mágico es parte esencial en ese proceso.

Bueno, Yamila, me sentí muy cómoda contigo. Gracias por estar hoy aquí.

Me da un abrazo. Apago el grabadorcito y el botón de la cámara da como fotografía al retrato de Virginia situado casi al principio de esta historia. 





NOTAS

¿Qué es y qué no es psicología transpersonal?

La Psicología Transpersonal, al enmarcarse dentro de un paradigma emergente, tiene por cualidad notable la de ser abierta, incluyendo distintos conceptos y teorías derivados de muy diversas corrientes de investigación sobre los fenómenos de la Conciencia y de su manifestación evolutiva en lo individual y en lo sociocultural.

Esta apertura tan abarcativa hace que cuando se habla del encuadre Transpersonal muchas veces se esté aludiendo a miradas que divergen marcadamente entre sí, aunque todas subrayen en sus pilares ideológicos la importancia de lo Trascendente. En este tiempo que nos toca vivir, la palabra “espiritual” está siendo referida a asuntos de tan distinta naturaleza que terminan mezclándose conceptos muy disímiles entre sí como si pertenecieran a la misma categoría: se confunde la Psiquiatría de lo Sagrado con las sanaciones mágicas, la Filosofía Perenne con las mancias y las supersticiones. Una abigarrada combinación de factores que dan todos en llamarse “espirituales", pero que guardan en esencia menor relación entre sí que lo que el ojo inexperto pueda avisorar. Es por ello que aún personas con un nivel evolutivo que les permitiría captar el fundamento del paradigma emergente, descartan estas nociones al encontrar esta confusa mezcla de asuntos que en verdad no pertenecen a la misma categoría de realidad. La confusión es tal que muchos autores (como el mismo Ken Wilber) están denegando su pertenencia al movimiento Transpersonal para redenominar su enfoque bajo el nombre de “Psicología Integral” (lo cual parece ser una solución atinada y criteriosa).

Por eso nos resulta importante, dentro de esta tan variada gama de autores e instituciones que se definen como adscriptas a lo Trans-personal, declarar con cuáles de ellos concordamos y con cuáles estamos en divergencia de criterios. En este sentido, entonces, podemos formular nuestra coincidencia con:

Quienes proponen un constante acrecentamiento de la conciencia basado en la no exclusión del trabajo psicológico, pues una espiritualidad sana requiere como antesala, según nuestro criterio, de un psiquismo cuyas pautas neuróticas se hayan saneado y despejado. Es frecuente que en nombre de la espiritualidad se saltee el trabajo con las dificultades psicológicas, sustituyéndolo por una supuesta trascendencia de lo que en realidad no está resuelto, lo cual en realidad tenderá a dificultar el verdadero despliegue interno del individuo. Trascendencia de lo egoico es algo bien distinto de evitación de lo egoico.

Quienes señalan el camino hacia la Trascendencia sin imposiciones de dogmas, rangos de poder, rituales de pertenencia, o cualquier otro artilugio que, bajo pretexto de iniciación en la espiritualidad, incline al individuo hacia la sectarización y la anulación de la propia voluntad de decisión.

Quienes estimulen y transiten caminos de conocimiento a través de metodologías que no cancelen la capacidad consciente para discernir el valor exacto de la propia experiencia; en ese sentido, elegimos como aproximación a lo Transpersonal la no utilización de sustancias, enteógenas ni de ninguna otra índole, sino lisa y llanamente el trabajo sobre sí mismo según las leyes de la naturaleza interna, sin supuestos catalizadores externos.

Quienes acuerden con diferenciar entre lo pre-personal y lo trans-personal, distinguiendo desde el sentido común aquellas aproximaciones que prioricen lo mágico, lo supersticioso, lo que pertenece a nuestros aspectos más arcaicos, pero que, al tenérselo como base de la búsqueda espiritual, confunde la ampliación de la conciencia con estados en que la fantasía y la realidad quedan desdibujadas entre sí. Lo pre-personal (como lo denomina Ken Wilber) puede en todo caso participar de la llamada inicial hacia el Misterio. Pero el Camino de Conocimiento requiere retirar toda dependencia hacia lo mágico y sus supuestas energías, para concentrarla en el desarrollo de un Yo sano que pueda hacerse cargo de su potencial y desplegarlo más allá del ego. Lo genuinamente trans-racional no debe confundirse con lo pre-racional, propio de nuestros estadíos infantiles.

En este sentido, no nos reconocemos adscriptos a lo que da en llamarse el Movimiento de la Nueva Era o New Age, cuyas pautas de aproximación a la espiritualidad, en nuestro criterio, suelen adolecer de falta de profundidad, cierto facilismo propio de la fast spirituality, en el cual se confunden estados transitorios con procesos acabados. La Nueva Era busca promover el crecimiento interno, pero su mirada invariablemente está teñida de una mítica pre-personal que muchas veces es solamente un sustituto del verdadero trabajo sobre sí mismo.

Fuente: http://www.centrotranspersonal.com.ar/index2.php?ir=/quepsico.php

Durante la tarde del 28 de enero recibo la entrevista corregida por Virginia. A decir verdad no estuve muy inspirada y por ello hoy, un día después les presento este final.

Se me viene a la mente el sincrodestino del que habla Deepak Chopra; así como todas las coincidencias que surgen en esta vida (mucha gente me habla del budismo, vegetarianismo, yoga…) La verdad es que cada día descubro algo nuevo y me sorprendo más. Es como si Nuestro Dios del Universo hace todo lo posible por juntar, y por qué no desarmar, también…

Creo que es cuestión de explorar la vida, sin miedos ni barreras. Sólo eso les puedo decir, además de que la psicología me encanta por el hecho de que si está bien aplicada es la mejor sanación que un ser humano puede recibir: la sanación mental. Después, todo lo demás llega sólo. Por experiencia propia si creen que necesitan ir a terapia no dejen de hacerlo. Pero ojo que hay terapias y terapias, como nos previene Virginia.